A la vera de la Panamericana Sur, entre viñedos y esparragales, pastan los bravos de El Rosario, la nueva ganadería fundada por Alfonso de Lima. Ayer disfrutamos de un agradable día de campo con el tentadero de rigor y los infaltables aromas y sabores de la comida chinchana.
(Textos y fotos: Juan Medrano Chavarría)
De pequeño iba a Acho y soñaba ser torero. Transcurrido el tiempo se hizo torero y un día traspuso en volandas el umbral de la bicentenaria. Hace poco contrajo nupcias y hoy ha cumplido el sueño mayor de convertirse en ganadero de bravo. Grandes logros en corto tiempo, junto a sus padres, abuelo y hermanos. No le ha podido ir mejor al rubio torero, que ayer hizo de gran anfitrión en su acogedora finca ubicada en el kilómetro 213 al sur de Lima.
Con el auspicio del ganadero don Roberto Puga, de quien adquirió una punta de vacas de buena nota, Foncho junto a su abuelo y hermano han formado El Rosario, cuyo hierro y divisa presentaron ayer en agradable jornada donde se tentaron tres vaquillas y herraron los primeros productos de la flamante ganadería.
Muy ameno resultó el recorrido por las instalaciones, cercados y potreros, donde apreciamos el especial cuidado que se brinda a los bravos que disfrutan del solaz y la tranquilidad del campo. Retornamos al caer la tarde. Atrás quedó una inolvidable jornada de vivencias y experiencias y muy agradecidos por la calidez de los anfitriones.
Esta vaquilla abrió la tarde. Nótese el nuevo hierro de la ganadería El Rosario.
Alfonso de Lima compone la figura al natural.
Coquito Espinoza también disfrutó...
Junto a Rafael Saravia, último triunfador del concurso de Chuquizongo.
Alfonso de Lima junto a su abuelo explicando el origen de su nueva ganadería.
Don Roberto Puga también expuso lo suyo...
Don Alfonso Simpson papá dando detalles al doctor Tomás Borda, DR. TV, gran aficionado a los toros.
Foncho tras herrar a esta vaquillona. Así cerró esta agradable jornada campera.