Cortó la única oreja del primer festejo de la feria nazarena donde los toreros pusieron la raza y entrega que faltó a la novillada. Dos antitaurinos irrumpieron en el albero de Acho. Hasta cuándo soportaremos la intolerancia y conducta violentista de estos desaforados jóvenes…?
(Textos y fotos de Juan Medrano Chavarría, especial para Perú Toros)
Los antitaurinos cruzaron la raya y causaron desmanes. Ya no respetan a nada ni a nadie e incluso agreden en impunidad a los custodios del orden. Ayer varios de ellos se camuflaron con pancartas en el Tendido 13 de Sol introduciéndose subrepticiamente al redondel tras el arrastre del 2°. Ausente la policía, monosabios y costaleros los redujeron rápidamente para expulsarlos de la plaza. Qué sentido tiene exigir e imponer con violencia a la gente para que no asista a su espectáculo preferido…O en otras palabras, pretender restringir, coactar a las personas de ir a donde quieren ir…? Una auténtica y flagrante configuración de atentado contra la libertad personal.
Tarde tenue y nublada hasta el inicio del festejo. La temperatura fue subiendo ligeramente y los tendidos de sol resplandecieron de espectadores, mientras en Sombra primaron los claroscuros. Poco más de media plaza de entrada para disfrutar del primer festejo octubrino donde la cuota de emoción la pusieron dos jóvenes toreros españoles que cruzaron el charco para regalarnos su arte y valor. Terciada la novillada, con tendencia a buscar la salida y orientándose pronto para hacer por el bulto; con una virtud, la movilidad aprovechada en su medida por sus lidiadores. Y si no hubo apoteosis fue por la ineficacia a la hora de la verdad. Argumentos, detalles y conceptos toreros mantuvieron en vilo a la gente durante el transcurso del espectáculo.
Cerro, el discípulo del gran Ortega Cano, fue el más puesto de los tres. Solvente y largo con el capote y depurada su técnica muleteril, dejó patente el gran momento que vive a escasos meses de asumir el doctorado. Su 1° se le cayó tras el 5° muletazo y de allí hubo de perseguirlo al hilo de las tablas. El 4° le arreó de salida y a por él se desbrozó señorial con aquellos inolvidables capotazos de rodillas, muy templados y toreros. En la muleta el bicho metía la cabeza pero no se definía pa’lante. Allí estuvo el torero, aguantando, metido en los terrenos y corriendo la mano para tirar del Apóstol que revolvíase tras el segundo muletazo.
Con menos oficio y concepto pero con más atrevimiento vimos a Román Collado, el rubio temerario de cabello revuelto que se echó a la mochila entre achuchones y volteretas a sus oponentes. Ni el circo romano ni la grandeza espartana; en el toreo existen recursos para lidiar a novillos que se vencen y recuestan. Collado prescindió de ellos y si alguno no lo caló fue porque anduvo iluminado. Sus maneras resueltas, atrevidas, insistentes y aquella avasalladora hambre de triunfo emocionaron Acho, rozando la puerta grande en el 5°.
Muy discreta la actuación del mexicano Juan Pablo Llaguno. Sorteó el lote más sosito pero bonancible y en ese sentido no pasó los apuros de sus compañeros. En ambos no se acopló y adoleció de recursos para meterse en terrenos comprometidos, robar muletazos y justificarse, que en fin de cuentas es el propósito de todo torero que pisa la legendaria arena de Acho.
Ficha. Plaza de Toros de Acho. Primer Festejo de la Feria del Señor de los Milagros. Novillada con Picadores. Domingo día 27 de octubre de 2013. Tarde soleada con media plaza de entrada.
Rafael Cerro (Blanco en plata) Media estocada tendida y desprendida, ovación. Estocada delantera y caída, saludos.
Román Collado (Turquesa y Oro) Pinchazo, estocada caída y descabello, vuelta al ruedo. Estocada traserilla y desprendida, oreja.
Juan Pablo Llaguno (Tabaco y Oro) Tres cuartos de estocada delantera, media estocada delantera, palmas. Estocada tendida, silencio.
El Paseíllo. Sol atiborrado, Sombra con claroscuros y un minuto de silencio por la partida de tres taurinos, entre ellos nuestro entrañable Miguelito Delgado.
Rafael Cerro atesora mucha clase con el capote...
Desbrozándose incluso de hinojos...
Y con la muleta exhibió mucho temple y mando...
Sobradamente un novillero que ya pide la borla.
Román Collado fue un dechado de atrevimiento con una técnica todavía en ciernes...
Que protagonizó los momentos más emotivos de la tarde...
Aunque entre achuchones y volteretas...
Se alzó con el único trofeo de la tarde.
Antes de la salida del 3ro estos jóvenes antitaurinos irrumpieron al albero por el tendido 13...
Y fueron retirados por el personal de la plaza.
El mexicano Juan Pablo Llaguno sorteó el lote más bonancible de la corrida...
Pero su quehacer carecía de emoción y con el 6to no dijo ni predijo.
Este es el cartel de la primera corrida de toros.