¡Recuperamos Orcotuna!
(Fuente: Ramón Espejo)
En la plaza de toros de Orcotuna no se realizaba un festejo taurino serio, formal, con toros de casta y toreros de primer nivel, desde hacía más de 10 años. Entonces en esta tarde se respiraba un ambiente de rencuentro, una sensación del abrazo de madre cuando recibe al hijo pródigo, una nostalgia emotiva donde la suma de detalles son las que quedan en la retina y donde lo vivido se tatúa en el alma.
Esta tarde en Orcotuna era además especial porque significaba un triunfo contra quienes buscan desaparecer nuestra fiesta. Había que recuperar esta plaza tan bonita en una época donde, por el contrario, se están destruyendo cosos taurinos, donde la prohibición se justifica y donde la palabra Tauromaquia es casi una lisura. Había que recuperar Orcotuna y sumarla al calendario taurino nacional. Entonces, cuando la plaza lucía una gigantografía taurina en todo lo alto, con la gente haciendo cola para entrar y los niños tomándose fotos con los toreros, ya hablamos de un triunfo para el Perú taurino.
¿Y quién mejor que nosotros mismos para recuperar lo nuestro? Es así que el cartel anunciaba a Juan Carlos Cubas y Fernando Roca Rey, dos peruanos de raza, dos gladiadores que venían a dejarlo todo en el ruedo y no iban a defraudar nunca. Los toros de San Pedro se comportaron a la altura, con bravura y movilidad, todos dieron juego destacando el tercero y cuarto, quienes permitieron el lucimiento de los espadas y transmitieron emoción a los tendidos.
El mejor espectador, el sol, no podía faltar. Juan Carlos Cubas ha toreado muy despacito, ha cuidado a sus dos enemigos en cada tercio de la lidia y nos ha permitido confirmar el buen momento por el que atraviesa. Cada serie de muletazos ha brotado naturalmente, con mucho temple y contundencia, y los primeros oles se oyeron después de tantos años aquí. Tal vez la espada no fue su mejor aliada en esta oportunidad y pudo recibir algún trofeo mayor de haber estado más fino con ella. Le cortó una oreja a cada toro pero nos dejó unos muletazos “a lo Cubas”, pisando terrenos prohibidos y fineza con el trapo para dominar a sus oponentes.
Fernando Roca Rey ha mandado en el ruedo, ha llegado al público y lo ha entusiasmado en todo momento. A su primero le puso dos pares de banderillas con mucho riesgo y luego, a su segundo, le ha pegado muletazo de muy buen gusto, arrimándose y toreándolo muy de cerquita. Ya incluso cuando la noche estaba cayendo y la luz comenzaba a escasear, no se ha aburrido ni desesperado, aprovechando las buenas condiciones del burel lo ha podido dominar a su estilo y desorejarlo luego de un contundente estocadón.
Ambos toreros han sido cargados a hombros, unidos por una bandera bicolor, por una afición que les reconoce el arte y esfuerzo, unidos por el fervor de nuestra fiesta. Ambos toreros se llevan el reconocimiento y cariño popular por haber podido encabezar la recuperación de una plaza de toros y entregarla a los brazos de su hija querida y su razón de existir: la tauromaquia. Nadie va a olvidar que esta tarde recuperamos Orcotuna, ese es el verdadero grito que repite la afición. Y olé.
Detalles.
· El Escapulario de la Virgen de Cocharcas fue otorgado a Fernando Roca Rey, quien luego de recibirlo fue al encuentro de Juan Carlos Cubas y ambos fueron cargados a hombros de la plaza, con una bandera del Perú y la ovación generalizada.
· Roca Rey brindó su segundo toro a la señora Rosita Monge, madre de Juan Carlos Cubas, con estas palabras: “Señora Rosita, le brindo la muerte de este toro, porque ser madre de un torero es tenerlos tan bien puestos, tanto como él. Va por usted”.
· El público se comportó ejemplarmente, siempre atento a todos los detalles que ocurrían durante la lidia, respetando a los toreros y subalternos, y quedándose hasta el último minuto del festejo
· La plaza lució remodelada, pintada y colorida, con más de la mitad de asistentes y mucho ambiente en los tendidos.
· Los carteles de publicidad que se volantearon llevaban imágenes de toreros en lienzo como Paquirri, Palomo Linares, entre otros. Muy taurino.
Ficha Técnica.
Plaza con más de la mitad de asistentes. 4 toros 4 de la ganadería San Pedro, con peso, cara y trapío. Encastados, desiguales en presentación, todos tuvieron juego y se prestaron para la lidia.
Juan Carlos Cubas, rojo sangre de toro y oro, oreja y oreja.
Fernando Roca Rey, azul pavo y oro, oreja y dos orejas.
La comisión del festejo, encabezado por el alcalde de Orcotuna, otorga el Escapulario de la Virgen de Cocharcas al matador Fernando Roca Rey.