Encastada corrida de Mondoñedo rebasó a la terna. Impecablemente presentados, los toros de don Fermín ostentaron poder, raza y complicaciones propios de su encaste. Eduardo Gallo cortó una oreja que no paseó. La gente abarrotó la plaza de Marruecos en frígida tarde de no hay billetes…
(Desde Bogotá, Colombia, textos y fotos de Juan Medrano Ch. Especial para la revista Fiesta Brava y Perú Toros)
Fue una corrida magníficamente presentada, en el clásico tipo Contreras; un toro bajo de agujas, predominantemente negro de capa, hondo y muy discreto de cara; correoso, duro, vivaz y cicatero, únicos y sin calco. Estos mondoñedos no se parecen en nada a los toros que normalmente saltan a las plazas más renombradas del mundo. Los contreras son especie en extinción, últimos bastiones de casta bravía y soporte indiscutible de la fiesta de los toros.
Los moritos de marras queman demasiadas neuronas a los que se les ponen delante; sencillamente es una emoción verlos en el fragor, romaneando caballos y exigiendo el carné a los profesionales. Su casta no los hace predecibles y uno no se parece a ninguno. Ayer cada cual tuvo lo suyo; no fueron claros en el capote, medían mucho y algunos hasta sacaron genio; otros, por mal lidiados, como el 5°, se aburrieron y marcharon inéditos al desolladero. El 4° y 7° arrastrados con honores; este último, de nombre Carpintero, por su raza y buena clase, el mejor del encierro y aclamado a la postre como el más completo de la temporada colombiana 2012 – 2013.
Con el 1° Perlaza lució seguridad pero no le redituó el abrirse de capa. Canciller fue duro, aspero e impredecible. Iba por el derecho medio arrollando y por el izquierdo se quedaba corto. El 4°, Hortelano, ostentó casta y transmitió mucha emoción. Acudió pronto a los toques y la gente no tardó en arropar al embetunado torero de Cali, que se prodigó muleteando primero por arriba, y después corriéndole la mano al encastado castaño en tandas que arrancaron ovaciones del respetable. El asunto tomó vuelo hasta que el barullo cesó y el torero marchó en silencio mientras el toro era arrastrado en grandeza.
Ramsés, retoño del Bogotano, es torero de reconocida clase. Al 2° bis le hizo faena de sentimiento y valor. Aunque duro, el Mondoñedo humillaba y pasaba retumbando por el izquierdo. Ramsés lo espero y echándole la muleta al hocico, muy perfilado, logró tandas de verdadero mérito. Pinchó y todo quedó allí. Con el 5° pudo encumbrarse. Tuvo material pero el exceso de capotazos y el herradero que se armó en el albero, orientaron pronto al bicho y mermaron el aplomo del torero, que divagó y naufragó sin ritmo, distancias ni alturas.
Gallo, el torero de Salamanca que días atrás cuajó en Manizales un toro de la misma estirpe, templó con cabeza y mando a Espartero, un típico castaño marca de la casa. El asunto fue por el derecho, cogió confianza y hasta se permitió algunos adornos con el encastado. El culmen no llegó porque la faena careció de pasmo y ralentí. Ante Carpintero, el toro de la tarde y de la temporada, se deshizo en grandeza hasta que en un desliz perdió el control de la situación y cuando volvió a descararse había extraviado el carné. La oreja quedó algo larga y algunos hasta la pitaron.
Con los mondoñedos la historia parece estar condenada a repetirse. Escasos trofeos, mucha angustia para los profesionales y satisfacciones para los buenos aficionados.
Ficha. Domingo día 17 de febrero 2013. Corrida de toros extraordinaria en homenaje a la afición de Bogotá. Plaza de toros cubierta de la finca Marruecos, municipio de Madrid, Cundinamarca. Tarde nublada y lluviosa. Lleno de no hay billetes.
Paco Perlaza (Lila y oro) Estocada contraria y desprendida, pinchazo, estocada delantera y baja, silencio. Estocada, estocada caída, silencio y vuelta al ruedo al toro.
Ramsés (Turquesa y oro) Estocada tendida, contraria y desprendida, descabello, silencio tras aviso. Estocada delanterilla y desprendida, silencio y aplausos al toro.
Eduardo Gallo (Tabaco y oro) Metisaca y descabello, aplausos. Estocada contraria con derrame, oreja tras división.
Incidencias. Hubo hasta cuatro tumbos de picadores. El banderillero Raúl Morales saludó una ovación tras un gran par de banderillas al corrido 1°.
En los prolegómenos de la corrida, las porras y peñas taurinas de Bogotá homenajearon a la familia Sanz de Santamaría por su contribución al engrandecimiento de la fiesta en Colombia.
Paseíllo en la plaza de toros de la finca de Marruecos. Destocados van Ramsés, Gallo y Perlaza.
Este es el mondoñedo que abrió plaza, en típicas hechuras Contreras, un gran encaste que la familia Sanz de Santamaría conserva y preserva desde hace más de 50 años.
Paco Perlaza se desbroza de capote...
El mondoñedo romanea al piquero...
Y desbarata al caballo. El varilarguero se aferra a la vara...
Paquito está firme...
Pero tuvo más opciones con este castaño...
La gente lo jaleó pero faltó coronar.
Ramsés tiene mucha clase y regaló muy buenos momentos ante su 1°...
Y ante el 5° salió así de resuelto...
Sometiendo inicialmente...
Pudo encumbrarse... Pero su quehacer no remontó porque no encontró la distancia justa del buen Contreras.
Gallo es un buen gallo de pelea y venía de cuajar a un mondoñeedo en Manizales...
Esta vez sacó la lotería...
Logrando toreo de buenas cotas...
Hasta que en el fragor sintió la inminencia de la cornada...
Corrió el expediente, de mero trámite...
Y la oreja, la única de la tarde, le quedó larga.
La corrida de Monodoñedo sí que agotó el papel...