El jerezano ante el clamor del público es paseado en volandas por el ruedo en la tarde de su regreso a La Misericordia
Fuente: aplausos.es
Fuente: aplausos.es
Con una cerrada y emotiva ovación recibió el público de La Misericordia a Juan José Padilla en la tarde de su regreso a Zaragoza tras la grave cogida que sufrió en este mismo coso hace ahora un año. El jerezano, vestido de blanco y oro y que llegó acompañado de sus hijos Martín y Paloma, compartió la ovación con sus compañeros de cartel El Juli y Alejandro Talavante. A portagayola se fue Juan José Padilla para recibir a su primero.
Lanceó bien a la verónica y manejó con garbo el capote por chicuelinas. Tras el tercio de banderillas, brindó al Doctor Val-Carreras y al equipo médico de Zaragoza. Faena muy jaleada por el respetable, iniciada de rodillas. Toro con calidad, nobleza y recorrido al que el jerezano toreó con templanza y ligazón. Se tiró con rectitud a matar, cobrando una buena estocada. El cuarto galopó francamente bien desde el inicio. Padilla cuajó un notable tercio de banderillas, con poder y facilidad. Brindó la faena a su amigo Adolfo Suárez Illana. Juan José Padilla, en su versión más Ciclón logró una faena llena de entrega, entusiasmo y corazón frente a un animal que punteó los engaños. El jerezano calentó los tendidos, rematando su actuación de otro buen espadazo. Dio la vuelta al ruedo ante una afición puesta en pie, al grito de ¡Illa, illa, illa, Padilla maravilla! y volcada con el héroe...