Los aficionados de Huamachuco, fueron testigos del indulto de los toros de la ganadería colombiana El Manzanal, nosotros también del despegue y progreso del diestro limeño.
Por: Miguel Pardo
En la tercera y última corrida de la Feria de la Virgen de Alta Gracia, celebrada el 20 de agosto en Huamachuco (La Libertad - Perú), el matador peruano Alfonso de Lima indultó al corrido 6° y el colombiano, Sebastián Vargas, indultó al 8°, ambos toros de la ganadería colombiana El Manzanal.
Viajamos mucho por la ruta del toro en todo el país, y desde sus inicios, seguimos al matador Alfonso de Lima, con toda seguridad podemos afirmar, que los progresos y cambios de actitud para ir a la cara del toro con madurez y conocimiento, se inició precisamente en la Feria de Huamachuco 2012.
El diestro limeño, ha sabido esperar y ha demostrado gran madurez por las crónicas escritas sobre él, sin afligirse y con claras muestras de respeto por la crítica taurina del cual, deberían aprender varios.
Alfonso de Lima, en la segunda tarde de Huamachuco, cortó las dos orejas a un bravo toro de la ganadería El Paraíso y en la última, indultó al de El Manzanal.
En ambas tardes, citó de frente, primero de largo y luego, acortando distancias citó con seguridad mandando y templando, primero con las rodillas en tierra, echando la muleta adelante con el brazo totalmente estirado y trayéndolo toreado bajito y largo, repitió las series. Al final, fue declarado triunfador de la feria.
En nuestra crónica de aquella épica en Huamachuco, titulamos y escribimos así:
“Emociones por el éxito de un peruano que salió a por todas, con un toro que se meció a su gusto”.
“Con el sexto toreó a su gusto y disfrutó…Simpson elaboró una buena faena dominando al noble ejemplar que finalmente lo indultó a pedido de la ganadera Pilar Cediel y el público.
El cronista Juan Medrano escribió del indulto de Alfonso de Lima en Acho 2012:
“Ante el 6°, un verdadero pájaro, se jugó el pellejo, arreando como tienen que arrear los toreros que quieren la gloria. Fueron seis los muletazos que pergeñó de rodillas en los medios. Sabía a lo que iba, pues cuando la gente ve en la arena un torero valiente, que no echa la pata pa´tras, sencillamente lo respeta”. Envalentonado por el clamor, Foncho arreó al grandulón y dibujo hasta tres buenísimas series con la mano derecha”…
Medrano en su crónica de la corrida de Macusani (Puno), escribió:
“ Alfonso de Lima va cogiéndole sitio al toro. No se aflige y la cabeza va muy rápido para entender las condiciones de sus oponentes, de los que aprovecha cualquier atisbo de toreabilidad. Sucedió con el 4°, pero más con el 8°, que no era bueno pero lo hizo ver como tal; es que el valor que tiene le hacen ver las cosas claras. El de Los Bustamante medio arreaba y el limeño plantó los pies y se meció con el capote, logrando dos buenas verónicas. Con la muleta estuvo entregado, haciendo el toreo de mano baja y disfrute. Por allí dibujó un trincherazo que tuvo aroma a romero y la gente lo jaleó. Es que este torero no se preocupó del toro, sino de TOREAR”.
Enhorabuena por estos grandes progresos.