lunes, 5 de noviembre de 2012

MORENITO, PUDO SER...

Pinchó una faena de disposición y emoción. Michelito escuchó los tres avisos y el francés Juan Leal se fue desencantado. En tarde gris, la novillada de Apóstol dio escaso juego y acaso complicada, hizo pasar la marimorena a los jóvenes espadas...

Juan Medrano Ch. Especial para Perú Toros y revista Fiesta Brava.


Tardes grisáceas y tenues las de Lima en la última semana. Como colofón, un rebaño de antitaurinos profiriendo diatribas contra la fiesta en la Plaza San Martín.Con ese ambiente, digamos sombrío, fuimos a toros ayer domingo. Cruzamos el puente sobre el río Rímac; en el horizonte el cerro San Cristóbal con su romántico caserío; y al pie, majestuosa, con sus eternos machones de rosa colonial y su arquería andaluza, la emblemática plaza de toros de Acho, testigo de innumerables tardes de gloria torera… 



Si bien el sol no brilló en lo alto, la gente acudió a la plaza. Hubo más de media entrada, rayando en los tres cuartos. Los tendidos de sol lucieron casi llenos y el cemento, como diría el recordado señor Bartolomé Puiggrós, -de quien nadie se acordó ayer-, se dejó ver mucho más en las butacas de sombra. 


Con este ambiente, se presentaron en Acho el novillero mexicano de origen francés Michelito Lagravere, ataviado de sangre de toro y oro; el francés Juan Leal, de caña y plata, y el nacional Carlos Ramírez Morenito de Canta, de verde y oro. La novillada llevó el hierro de Apóstol Santiago, del señor Nazario Villafuerte Guardia, que saltó terciada y dio escaso juego a la terna. De entre los seis, el lote del peruano tuvo mejores condiciones de lidia y el corrido 3° fue reemplazado en plaza por falta de trapío, tras la bronca al juez que se armó en los tendidos de sol. 

Mucha expectativa por ver a Michelito, antes de su anunciada alternativa en ruedos mexicanos. Al castaño que hizo 1° le hizo faena atrevida y de mucho valor. A diferencia de los pueblos, donde suele tragar muy poco, ayer puso el pechito y metió los riñones, persiguiendo al duro de Apóstol para someterlo en muletazos al relance, en terca porfía. Lo que hizo fue de mérito porque lo hizo en Acho, pero estamos seguros que hollar los terrenos del morlaco le hubiera significado el cenit. Ante el 4°, uno huidizo, le llegó la noche. Escuchó los tres avisos. Lección práctica: No hay que desdeñar a los pueblos, donde hay que torear y matarlos de verdad… 

Juan Leal prácticamente no tuvo material y marchó inédito. Al 5° lo esperó a portagayola y su tenacidad no fue suficiente para arrancarle un pase al rajadito que tuvo enfrente. La entrega y firmeza de argumentos en ambas faenas fueron reconocidas con ovaciones por la afición de Lima. 

Hoy, la vida hubiera sido distinta para Carlos Ramírez si ayer los hubiera matado, siquiera a uno de su lote. Ambos ejemplares, en diferente grado, más el 6°, le embistieron; y por allí, más por su determinación y orgullo propio, logró infundir emoción a la afición de Acho. Ante el 3° bis, estuvo terco y firme, como los peruanos honestos que luchan día a día con determinación por superarse en la vida, aguantando horrores en aquellos quites por chicuelinas; y luego en las series por derecha soportando estoico las coladas del Apóstol. De hecho, el canteño fue a Acho con el viento en contra, a buscar otra vez la gloria al precio que fuere. Y no sintió la quemazón de los puntazos ni la conmoción de las volteretas; con el traje rasgado fue siempre pa’lante y pinchar le costó algún trofeo. Ante el 6°, que en la muleta se empleó con fijeza y cierta codicia, lo dejó todo en el ruedo. Lección para aplaudir. No le amilanaron las amenazantes miradas de Fabuloso, que iba a su aire pero arreaba cuando se sentía hociqueado por la franela del espigado torero, que pergeñó hasta tres emotivas series de derechazos que hicieron estallar Acho

Pero como en las novelas de la vida real, el epílogo fue de desazón. El triunfo le fue esquivo y hay que ver si a un torero humilde pero digno como Ramírez, lo vuelven a poner otra vez en Acho

Ficha. Feria del Señor de los Milagros. Domingo, día 4 de noviembre de 2012. Novillada con picadores. Tarde nublada con tres cuartos de entrada. Novillos de Apóstol Santiago, terciados y de escaso juego. 

Michelito Lagravere (Sangre de toro y oro) Pinchazo, estocada delantera, contraria y caída, descabellos, silencio tras dos avisos. Tres avisos tras reiteradas estocadas y descabellos. 

Juan Leal (Caña y plata) Pinchazo y estocada entera desprendida, saludos. Pinchazo y estocada perpendicular y desprendida, saludos. 

Carlos Ramírez Morenito de Canta (Verde y oro) Pinchazo y estocada entera y delanterilla, descabello, palmas. Cuatro pinchazos y descabellos, silencio tras tres avisos. 

Incidencias. Destacaron en la pica El Toto, de la cuadrilla de Leal, y en banderillas el ayavireño Richard Huarcaya, de las filas de Michelito Lagravere.


Michelito Lagravere (México)






Juan Leal (Francia)



Carlos Rámirez "Morenito de Canta" (Perú)