lunes, 19 de marzo de 2012

FALLAS 2012: EL CID, A HOMBROS EN VALENCIA

El sevillano, con el mejor lote de la desigual corrida de Capea, corta una oreja en cada toro

Fuente: Aplausos

Ponce, oreja, salva su feria en el cuarto; Luque, paradójico silencio tras petición.

Manuel Jesús "El Cid" ha sido el último triunfador de las Fallas. El sevillano cortó una oreja a cada toro del mejor lote de la desigual corrida de Capea y abandonó el coso en volandas. Enrique Ponce salvó su particular feria in extremis paseando un trofeo del cuarto y Daniel Luque, con el peor lote, fue silenciado.

Así vivimos, toro a toro, la narración del último festejo del abono valenciano:

6º) Cerró plaza y feria un toro muy deslucido, sin recorrido y que embestía con la cara por encima del palillo de la muleta de Daniel Luque. Se mostró tesonero el torero, pero el lucimiento directamente era imposible. Silencio.


5º) Buen son y temple mostró de salida el quinto, que fue recibido con lances a pies juntos por El Cid. En banderillas destacó Alcalareño, que fue obligado a desmonterarse. El sevillano brindó a El Soro la muerte del toro, que se dejó por los dos pitones aunque siempre con la cara a media altura. Aminoró el noble animal su recorrido conforme fue avanzando el trasteo del torero, que tras torear con corrección por ambos pitones buscó amarrar la oreja con desplantes y toreo más de cara a la galería. Dejó una buena estocada y aseguró la salida a hombros. Oreja.


4º) Salvó su feria Enrique Ponce en el cuarto tras una faena eminentemente derechista -el lado más manejable del toro- y de largo metraje. Enrique, que dejó algún detalle suelto con la capa, inició bien el trasteo por bajo y se ganó el calor del público -especialmente de los tendidos de sol- en varias series en las que, aun sin terminar de redondear, hubo muletazos con su habitual estética. El toro se dejó pero cuando fue exigido por el valenciano protestó y no terminó de rebozarse. Mató de estocada y se le pidió la segunda oreja. Oreja con petición de la segunda tras aviso.


3º) Brilló Daniel Luque con el capote a la verónica primero y después en el quite por chicuelinas. Le vuela bien al sevillano, lo maneja con gusto, temple y aires sevillanos. El de San Pelayo, noble y manejable, no terminó nunca de emplearse aunque dejó estar al torero, que anduvo sin atacarse, gustándose, antes de, con el toro ya más aplomado, meterse entre los pitones. La estocada, muy trasera, le obligó a manejar el descabello. Se le pidió la oreja y, curiosamente, por increíble que parezca, fue silenciado después. Silencio tras petición.


2º) El Cid se percató desde el saludo capotero de la buena condición por el pitón izquierdo del de Carmen Lorenzo. Quitó por chicuelinas rematando con una media bellísima. Entró en liza Daniel Luque a la verónica, con otra media que tuvo regusto y torería. Muleta en mano, el de Salteras se rompió con el toro al natural, cuajando series redondas con el sello de la casa. Antes de recurrir a efectismos en el final de faena toreó sobre la diestra, por donde el animal, al que en el debe sólo puede anotarse su justa chispa, tomó también bien el engaño. Mató de estocada trasera y paseó el primer trofeo de la tarde. Oreja.


1º) Abanto de salida y muy suelto en los primeros tercios, el primero fue un toro noble y manejable aunque justo de fuerza y de escasa transmisión. Ponce, muy molestado por el viento, basó su labor por el pitón derecho aunque la sosa condición del de San Mateo, que embistió siempre a media altura, impidió que la faena, que fue brindada a Roberto Soldado, jugador del Valencia C.F., tuviera brillantez. Pinchazo y estocada caída. Silencio.


Ficha.
Valencia, 19 de marzo de 2012. Toros de Carmen Lorenzo, San Mateo (1º y 6º) y San Pelayo (3º). Destacaron segundo y quinto. Entrada: Dos tercios. Mariano de la Viña se cortó con la espada en el pie izquierdo y pasó a la enfermería. Alcalareño se desmonteró tras parear al quinto.

Enrique Ponce: Silencio y oreja con petición de la segunda tras aviso; 
El Cid: Oreja tras aviso y oreja; 
Daniel Luque: Silencio tras petición y silencio.