El carismático monosabio, había llegado a Caravelí como apoyo en la cuadra de Pica y Arrastre, pero en la tarde soleada del día 5 de febrero su atrevimiento pudo más…
Por: Aldo Risco Neyra
Fotos: Ayrton Laura Por: Aldo Risco Neyra
El monosabio “El Zambo Ordoñez”, picando en la Plaza de Toros de Caravelí |
Nacido en Tumán - Chiclayo hace 43 años, César Ordoñez Julca "El Zambo ORDOÑEZ", un carismático y multifuncional peón que se atrevió a subir a un caballo de pica y ejercer la función del picador por accidente de Miguel Mikulac; aquí lo que nos relató.
- ¿Cómo empieza en el mundo del toro?
En verdad desde pequeño era muy inquieto, aprendí a montar a caballo muy rápido, no me daba miedo meterme a los corrales a jugar con las vaquillas y los becerros, a los 12 años me aventuré, me fui de casa y comencé a hacer de mascota de payasadas, malabares y acrobacias con diferentes grupos de toreros cómicos en los pueblos para poder apoyar a mi familia con dinero, ahora llevo más de 25 años haciendo reír a la gente. He podido trabajar con los mejores y aprender mucho, enseñanza que también volcaré a los que me lo pidan. Es muy lindo sentir que la gente te quiere, se te acercan, te saludan, se toman fotos contigo, es muy gratificante.
- ¿Pensaste en ser torero algún día?
Sí, los veía entrar a las plazas con esos hermosos trajes de luces adornados, pensaba en que algún día estaría en su lugar y podría soñar con llegar a ser un gran matador de toros. Sabía que era muy difícil llegar pues se necesita mucha inversión, los trastos, los capotes, los trajes, y otros.
- ¿Qué pasó en Caravelí la tarde del 5 de febrero?
Todo estaba tranquilo afuera del ruedo antes del inicio, habíamos practicado bien, el picador estaba confiado y con ganas, luego sucedió el incidente con el primero de la tarde, el toro embistió al caballo en la parte posterior del peto, el caballo se volteó y recibió una cornada, tumbó al picador que quedó enganchado en el estribo y fue arrastrado un poco más de 10 metros, en verdad pudo haber habido una tragedia. Luego todo era griteríos y tumulto, el picador ya no quiso subir al caballo, estaba muy asustado y nervioso, salió hacia afuera de la plaza y no quiso saber más.
- ¿Cómo fue que saliste en reemplazo del picador?
Conocía al caballo de antes, lo habíamos estado preparando tiempo con Miguel Mikulac y Juan Guaranga, monté al caballo arengado por mis compañeros, por la amistad con ellos de muchos años, para demostrar que el trabajo que habíamos realizado no lo podíamos tirar así por así.
- ¿Habías picado un toro alguna vez?
Nunca lo había hecho, pero testigo de ello por muchos años, he observado tantas veces y traté de hacerlo de la mejor manera. Tuve algún temor, estaba sin traje y sin protección, pero Miguel Andrade "Pirri" se ofreció a ir conmigo jalando al animal, él llamaba al toro a embestir al caballo y no dejaba que gire y me dé por detrás.
¿Qué sentiste luego de la corrida?
Me sentí bien, una sensación indescriptible, algo fantástico, trate de hacer lo mejor que pude, que no ocurriera ninguna desgracia en el ruedo, lo hice por los toreros que estaban esperando que se picaran los toros, con público ansioso, y también lo hice por los compañeros; al final me sentí reconfortado con el aplauso de la gente que reconoció mi esfuerzo y salve el momento. Esa es mi palabra.
“El Zambo Ordoñez”