Desde Manizales, Gabriel Riveros Riveros. Fotos: Golfredo Rojas,
especial para Fiesta Brava y Perú Toros.
El día 5 de enero con unos tres cuartos de entrada y toros de don
ERNESTO GUTIERREZ, bajo una pertinaz llovizna en toda la corrida, MANUEL JESUS
"EL CID" ataviado de nazareno y oro, estuvo frente a
"Trompetillo", abriéndose con muy buenas verónicas, acompañando el
viaje, lentas y profundas. Con la muleta sometió a base de tironcillos rodilla
en tierra, luego derechazos de cabo a rabo y al natural relució la clase del
animal. Mató con 3/4 traseritos después de pinchazo y le dieron una oreja. Su
2º, "Anturio Negro", brochito de pitones, no tenía codicia, pero EL
CID se jugó en la cara y después de un arrimón consintiéndolo, logró faena de
mérito con los pocos muletazos que le pudo arrancar. La estocada fue tendida y
después de pinchar cortó una oreja a ley.
SEBASTIAN CASTELLA (palo rosa y oro), tuvo al frente a
"Hilandero" con el que tejió una faena de temple, con mucho
conocimiento de los terrenos y dándole todas las ventajas al toro. Sembrado en
la arena, instrumentó estatuarios muy toreros y después porfió derechazos y
circulares que emocionaron; el toro muy soso, pasaba lento, sin el fondo que
emociona. Infortunadamente pinchó dos veces y luego un estoconazo que le valió
una fuerte petición de oreja que quedó en ovación. Su 2º, "Joropo",
no hizo gala a su nombre y el toro rogado no quiso bailar ningún ritmo, a pesar
de la voluntad del torero que le porfió aún en tablas, donde fue a parar
rapidito; y como no hubo faena por falta de materia prima, mató con defecto y
sólo unas palmas escuchó.
LUIS BOLIVAR (Burdeos y oro), en su primero "Tacañito",
el más manso del encierro, no permitió nada, ese si fue un tacaño en todo el
sentido de la palabra; sin humillar, daba hachazos; el matador trató de
llevarlo a media altura y estuvo pesado con la espada y el verduguillo,
escuchando un recado presidencial. Con su 2º, "Chuyita", el mejor de
la tarde, después de una vara bien medida por Viloria, hubo acople,
escuchándose oles sonoros a pesar que hubo tandas a lo lejos, la vistosidad
borró todo y el público se entregó a la danza entre el arrimón y lo suelto, que
valió, pues a pesar que el estoconazo fue imperfecto, sí efectivo y la gente
pidió las dos orejas.
Así, todos salimos con el agradable sabor del último sorbo, pero,
siendo sensatos, el encierro no cumplió con las expectativas. Y anoche, después
de una emotiva ceremonia, se dio el FESTIVAL TAURINO, en esta ocasión, a
beneficio del Hospital de niños. Con 3/4 del aforo y novillos de LA CAROLINA,
actuaron en su orden JUAN MORA, quien estuvo frente a "Reportero",
negro zaíno, que se rajó pronto; sin embargo, hasta donde se lo permitió, el
torero instrumentó de capote y muleta lances y pases de puro arte; aún tenemos
en la mente dos buenas verónicas y un trincherazo de gran factura, además de
naturales profundos y bellos, lástima que mató mal y después de dos descabellos
todo quedó en ovación.
EL JULI exprimió a
"Emperador", en faena que comenzó con verdad y luego desplazando
mucho. Aún así, muy vistoso y elegante, tanto que con pinchazo y estocada,
cortó una oreja. EL CID y "Desenvuelto", que no humilló en toda la
lidia, iba con la cara alta; el torero le arranca pases de mérito y después de
matar con 1/2 trasera y tendida, la cosa quedó en ovaciòn. SEBASTIAN CASTELLA,
con "Agiotista", negro zaíno, cornivuelto, bizco del pitón izquierdo,
mal picado, como casi todos en la noche, instrumentó una faena muy entonada,
como una milonga, pues el matador vestido de gardeliano, muy elegante, después
de unos doblones en el estribo, llevó a su pareja a los medios y allí danzaron
con estética, y acompasados ambos, emocionaron, ya que aún matando con 1/2
traserita y tendida, el toro dobla y el público pide las dos orejas que al
final el palco concede.
GUERRITA CHICO, frente a "Celeste", un mansurrón que
buscaba coger al torero, que por el poco oficio que tiene, se dedicó, como en
la fábula A que te cojo ratón… Y el torero, corriendo y rápido, se defendía y
al final le tocó cazar al toro… Sólo se destaca un buen par de RICARDO SANTANA.
ANDRES DE LOS RIOS, que lidió a
"Lobito", negro meano axiblanco, que atropelló a los banderilleros de
turno, imprimió su ley y por eso la faena se convirtió en larga, tediosa y
aburrida. Mató defectuosamente y recibió ovación, aquel novillo toro fue un
verdadero mansurrón.