Ayer domingo día 6 de noviembre, se verificó el primer festejo de la feria del Señor de los Milagros. En tarde soleada y con tres cuartos de plaza, hicieron el paseíllo Sergio Flores (Turquesa y Oro) de México, Javier Jiménez (Azul pavo y oro) de España y Carlos Ramírez "Morenito de Canta" (Purísima y Oro con remates en azabache) de Perú.
Sergio Flores. Su primero fue un novillo noble y con recorrido, hizo un toreo suave, despacioso y fundamentalmente derechista, templando, mandando. Cerró con una profunda tanda de naturales que el burel tomó con buen recorrido. Mató con 3/4 de espada caída. Silencio. Su segundo novillo y cuarto de la tarde no transmitió y le costó ir para adelante. Tocándole fuerte le arrancó algunas embestidas pero todo quedó allí. Mato al tercer intento de estocada caída. Silencio.
Javier Jiménez. El 2º salió suelto y sin fijarse en el caballo, sin emplearse ni transmitir. El torero estuvo predispuesto, ligando varias tandas por derecha, técnicamente bien el torero. Tres cuartos de espada al tercer intento, descabelló, silencio. El 5º descompuesto, y desrazado, suelto y sin fijarse, desclasado y con peligro, desparramando la vista y pendiente de los movimientos fuera del albero. Con mucha técnica el torero lo sometió con muletazos de castigo. En su intento por someter y torearlo de verdad, el novillero se pasó de faena, tres cuartos de espada que no fue suficiente, el novillo va por tablas, tras él el torero para descabellar, sin lograr su objetivo. Escuchó los tres avisos.
"Morenito de Canta". Estuvo firme desde la salida. Su primer novillo iba con la cara alta, ligando muletazos por derecha y muy asentado. Por naturales también tuvo momentos de importancia. Mató de un cuarto de estocada alta y ligeramente atravesada. Saludos desde el tercio.
El 6º fue un novillo bravo y noble, al que Caro picó magistralmente y con el que Dennis Castillo se desmonteró tras el segundo par de banderillas. Morenito lo toreó muy despacio con muletazos templados y de mucho mando, incluso cambiándoselo por detrás, frente a los tendidos de sol.
Va por la espada y pincha en lo alto. Al segundo intento logra una alta entera, un tanto caída. El juez le otorgó una merecida oreja, el público aprieta y aparece el segundo pañuelo. Puerta grande para el torero canteño.
Incidente: Al salir de banderillas El Pirri fue arrollado en su segundo, sin consecuencias.
Paseíllo