lunes, 17 de octubre de 2011
UNA CRUZ EN YUNGAY Y EL COLOSO HUASCARÁN
Níveo, imponente y majestuoso luce el nevado Huascarán desde el Camposanto de Yungay, donde yace sepultada la ciudad devastada hace cuarenta años por el fatídico aluvión que arrasó con la población de aquella floreciente ciudad.
Honor para los caídos y consuelo para sus deudos. Que una tragedia como esta no se vuelva a repetir.
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